Terapia Visual

Terapia Visual

Es el arte de reformar condiciones de tal manera que el paciente sea consciente de nuevas relaciones en su campo visual, y gracias a estas nuevas relaciones aprenda a utilizar procesos que la permitan extraer una mayor cantidad de información de una manera más eficiente, es decir, se trata de enseñar al cerebro a controlar de forma adecuada los músculos oculares.

La Terapia Visual está formada por una serie de ejercicios que pretenden mejorar la capacidad visual del paciente, y así lograr una visión binocular lo más eficaz posible.

 

El Éxito De La Terapia Visual – Requisitos del Optometrista

 

1. Conocimiento:

El optometrista y el personal que trabaje con él / ella, deben de tener los conocimientos requeridos y ser clínicamente competentes.

 

2. Motivación:

El paciente y/o sus padres deben de estar motivados y mostrar una actitud de cooperación.

 

3. Administración:

La administración de oficina apropiada y debe de ofrecer facilidades.

 

4. Comunicación:

Comunicación efectiva con el personal, pacientes y la comunidad.

 

5. Honestidad intelectual:

Honestidad en el pronóstico y en todo lo que involucre el Programa Terapéutico.

 

6. Amor:

Debe de amar su profesión.

 

7. Empatía:

Empatía con el problema visual del paciente y la compensación que el paciente ha elaborado debido al problema.

 

8. Trabajo:

La terapia visual es el área que presenta más retos por vencer.

 

¿Quiénes Son Candidatos A Terapia Visual?

 
La Terapia Visual puede ayudar a corregir la visión de casi todas las personas, algunos síntomas de que es necesaria pueden ser observados en la siguiente lista:

  • Cierra o se cubre un ojo.
  • Dificultad para ver objetos a distancia.
  • Acerca su cabeza al papel cuando lee o escribe.
  • Evita la lectura.
  • Parpadeo frecuente.
  • Prefiere que le lean.
  • Ladea la cabeza al leer.
  • Ladea la cabeza al escribir.
  • Mueve la cabeza cuando lee.
  • Confunde letras o palabras.
  • Invierte letras o palabras.
  • Confunde derecha e izquierda.
  • Salta, re-lee u omite palabras.
  • Pierde el lugar mientras lee.
  • Vocaliza silenciosamente cuando lee.
  • Lee lentamente.
  • Usa su dedo como un indicador.
  • Visión borrosa aun cuando al examinarlo su visión es 20/20.
  • Baja lectura de comprensión.
  • Disminuye su comprensión en períodos largos.
  • Escribe o estampa pobremente.
  • Escribe cuidadosamente pero lento.
  • No apoya sobre el papel para escribir.
  • Postura torpe o inmadura para sostener el lápiz.
  • Errores frecuentes.
  • Se cansa fácilmente.
  • Dificultad para copiar del pizarrón.
  • Dificultad para reconocer alguna palabra en diferente página.
  • Vocabulario pobre.
  • Dificultad con la memoria.
  • Le disgustan / evita tareas de cerca.
  • Recuerda mejor lo que oye que lo que ve.
  • Responde mejor oralmente que por escrito.
  • Parece conocer el material, pero resuelve muy bajo en las pruebas.
  • Cortos espacios de atención/ pérdida de interés.
  • Pobre coordinación motora gruesa.
  • Pobre coordinación motora fina.
  • Dificultad con las tijeras / herramientas pequeñas de mano.
  • Le disgustan / evita los deportes.
  • Dificultad para cachar / golpear una pelota.

 

Estos síntomas son un punto de partida para determinar cuando una persona requiere evaluación funcional; y/o terapia visual.

Los programas de entrenamiento son planes de trabajo diseñados de manera individual de acuerdo a las necesidades específicas para cada paciente.

Las habilidades visuales básicas y necesarias se incluyen en todos los programas, complementándose con otras actividades específicas diseñadas para las distintas necesidades.

El éxito del programa de Terapia Visual depende principalmente del paciente y en caso de un niño, depende de los padres.

El tiempo que se recomiende y el esfuerzo consciente para realizar los ejercicios en casa deben seguirse exactamente como sea indicado.